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viernes, 1 de febrero de 2013

GEOGRAFÍAS LITERARIAS: INOLVIDABLE BUKOWSKI CLUB


Llenos los destinos de ajedrez y de letras, una tarde o una noche cualquiera vagabundeábamos el bueno de Daniel Herrera y yo por las calles de Malasaña cuando nos topamos con una puerta que nos llamó la atención. Bar Bukowski Club, rezaba el cartel sobre la entrada, PUNTO DE ENCUENTRO CULTURAL. Nombre y eslogan nos atraparon de inmediato, obligándonos a entrar sin remedio alguno.
Allí estaban, al otro lado de la barra, Carlos Salem e Inés Pradilla, Inés Pradilla y Carlos Salem, o como queráis. Les preguntamos sobre el local y a partir de entonces nos cambiaron de alguna manera la vida.
Cada uno tendrá su propia experiencia con respecto al Bukowski Club, seguro, mejor o peor, brillante u oscura, azarosa o líquida. Pero lo más importante es que el cartel de la entrada nunca fue engañoso, porque, en efecto, el Buko se estableció como un verdadero punto de encuentro cultural al margen de las vías oficiales, en el que se han cruzado efectivamente vidas, cervezas y proyectos de todo tipo, literarios, culturales, musicales o artísticos. De hecho, no lo olvidemos, ha sido el precursor de algo que se ha despertado en la noche madrileña de este comienzo de siglo que ahora es un hervidero: democratización cultural, trueque de versos, intercambio de ideas, pero, sobre todo, altavoz de nuestras propias voces, amplificador de nuestras palabras. Hermanos y hermanas de letras, muchos nacimos sobre aquel atril de largas piernas, y allí mamamos palabra y humo y birra para calmar nuestra sed primeriza. Inés y Carlos nos guiaban con brío a través de la jam de los miércoles al son de un buen "¡Cabrones!". De repente sonaba Charly García, porque todo iba a empezar:



Míticas jam-session de poesía, de cuentos. Me doy cuenta de que a casi todos os he conocido allí, en el inolvidable Bukowski Club. Y fuimos hijos obedientes durante mucho tiempo, y luego hijos... perdidos, desaparecidos, pródigos, aunque a veces volvíamos y siempre queríamos permanecer... En el Buko se han presentado cientos de libros y revistas, y realizado cientos de performances, presentaciones, exposiciones... Nos hemos conocido y abrazado miles de poetas callejeros. No sé cuánta cerveza habrá corrido, pero seguro que mucha. Al menos dos generaciones de poetas, ratificadas por sendas antologías, han pasado por el Bukowski Club: la primera, Bukowski Club. Jam Session de poesía 06-08, publicada por Ediciones Escalera, y Antología Poética. Bukowski Club, publicada por Canalla Ediciones.
El Bukowski Club cierra ahora sus puertas. ¿Y ahora qué? ¿Acaso qué nos queda? Una memoria que transportar en nuestras lenguas, una semilla de otros tiempos, algunas fotos para la historia, un recuerdo común que acaso se convierta en leyenda. Ahora sé lo que somos, lo que siempre seremos. Un abrazo, hermanos y hermanas de letras, HUÉRFANOS DEL BUKOWSKI CLUB.

Os dejo un poema que escribí hace tiempo, camino de una jam, y el fantástico tema de Adrià Navarro, La puerta del Buko. ¡Larga vida a la poesía!

CAMINO DEL BUKO
By Luis Morales

A veces me sumerjo en malasaña,
atrás queda la tranquilidad de los muros,
atrás quedan la casa y todos los buenos augurios
para el que rastrea de adoquines los abismos.
Qué insólito es para algunos este caminar desnudo,
acaso habré dejado nuestros miedos en la orilla, sin reflejos,
mientras los vecinos duermen,
ajenos al sindicato del hambre.
La deriva que siempre se repite:
sorteo cancerberos abrigados en pachá,
cruzo en rojo fuencarral y subo un poco,
rozo la arista en que reclamo mi alimento: pizzas de oriente;
este mundo está plagado de lotófagos;
luego a veces velarde me remolca a un cercano dos de mayo,
doscientos años a través de antiguos magos y bar puerto y vía láctea,
o persigo la corredera de carteles y tupperwares y catrinas
y motoristas y tiendas vintage y nocturnidades de peluquería;
recuerdo algún graffiti alguna noche alguna pared eterna,
dejo atrás el penta el triskel el enorme chino que oscurece más arriba;
paso delante del angie del estarcafé del ajedrez de la portuguesa del redbar
y compro tabaco aquí enfrente, soñando cañas y alitas de pollo enrabietadas;
en el 25 un tal chinaski me saluda apoltronado: entra, me dice…
mientras busco a old greg cockroach al otro lado de la puerta.
Comienza la jam del Buko.
Apúntame.
Dos poemas breves, ¿eh?
Qué hago aquí, cumplido mi destino de uliseida,
que hago aquí parapetado como siempre en mi propia inconsistencia.
A veces me encaramo sobre brumas a los cómplices murmullos de mi tiempo,
a veces he deshecho este momento con la extraña sensación de seguir vivo.

8 comentarios :

  1. ...fenómeno¡¡¡

    me lo llevo luis, para verSaurios.

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  2. Respuestas
    1. Cuantos caminos de ida y vuelta. Zenkiu guapa. Un beso para los tuyos. ;)

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  3. Fantástico Luigi!!!!
    Siempre me acordaré de que cuando llegamos al Buko llevábamos años lamentándonos por la desaparición del American Pie, del Hotel California, del Jazz Madrid... Contemplábamos Malasaña como un animal agonizante cuando, de pronto explotó la magia que nos llenó de esperanza y nos regaló la adolescencia que hubiésemos querido tener. Como decía siempre Gonzalo Torrente Malvido: "Todo ha empezado aquí, en el Bukowski Club". Gracias por tus poemas, gracias a todos por sus poemas. Y gracias a Carlos e Inés, Inés y Carlos, por devolver a Madrid su movida.

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    1. Así es, querido Dani. El Buko seguirá siendo un referente para nosotros, no lo olvidaremos. El tiempo dirá, aún no hay suficiente perspectiva. Ahora cierra físicamente, aunque su energía, su esencia como punto de encuentro se ha transmitido a muchos otros puntos de Madrid, del país entero, si se quiere. Por los poetas, insectos polinizadores que han esparcido pronto la semilla. Eso es lo bueno, aunque a veces me imagino a un par de chavales vagabundeando por Malasaña, que al pasar por el 24 de San Vicente Ferrer se pregunten: "Oye, ¿no era aquí donde estaba el Buko?". "Dicen que el sitio estaba bien".

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  4. Hola, me llamo Abel y soy de málaga. La cosa es que voy a finales de mes a Madrid y tenía la idea de ir a recitar al Bukowski y googleando un poco (y para mi sorpresa) he llegado aquí y me he encontrado con esta noticia.

    ¿Ha cerrado ya el bar? =(

    Si fuese así, ¿me puedes decir de algún otro donde se recite también poesía y estén abiertos a cualquiera?

    Gracias

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    1. Hola Abel.
      Pues sí, el Bukowski Club ha cerrado, pero no te preocupes. Inés Pradilla, la responsable del Buko, anunció hace poco que las jam-session de poesía se trasladan a otro local, LA BELLA CIAO (c/ Amaniel, 22), los miércoles a eso de las 21:00 horas. JAM SESSION DE POESÍA
      (3 poemas por persona, máximo.
      Si llegas a las 23.00 , sólo uno, que tienen que leer todos...)

      Además tienes otros locales en los que se puede recitar.

      En Malasaña están LOS DIABLOS AZULES (c/ Apodaca, 6). Si no recuerdo mal el día dedicado a la poesía (presentación de un poeta y posterior sesión abierta) es el martes. Los miércoles se dedican al relato.

      En Lavapiés me gusta EL DINOSAURIO TODAVÍA ESTABA ALLÍ (c/ Lavapiés, 8), un gastrobar librería en en que se realizan todo tipo de eventos. Los domingos a la hora del aperitivo se realizan allí interesantes encuentros de poetas que, después de leer sus poemas (llevando además varias copias en papel para repartir), se someten a la crítica en directo del público, compuesto en general por otros poetas. Son los DOMINGOS VERSAURIOS.

      También está el TAPAS Y FOTOS (c/ Doctor Piga, 7), un local en el que se realizan habitualmente presentaciones. Y seguro que me olvido de otros muchos sitios. Así que ya sabes, alternativa hay.
      Un saludo

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